martes, 30 de noviembre de 2010

La literatura de la Revolución Mexicana

LITERATURA DE LA REVOLUCIÓN MEXICANA




A literatura que produjo la Revolución Mexicana con el paso del tiempo ha adquirido una significación mayor, considerando la influencia que han tenido y tienen las relecturas de importantes escritores y críticos literarios como Jorge Aguilar Mora, Elena Poniatowska, Carlos Monsiváis, Emanuel Carballo, Paco Ignacio Taibo II, Frederich Katz y Pedro Ángel Palou, entre otros. A su paciente exégesis debemos la recuperación de una poderosa narrativa que se construyó a partir de las individualidades (unas imaginarias y otras reales) que formaron el amplio referente de una épica que sería el argumento de cuentos y novelas donde se expresaba la esperanza, los odios, la venganza, la solidaridad y la lucha de un pueblo que en la Bola percibió una manera justificada de reivindicar su humillada condición de individuos indefensos ante el peso y el rigor de un sistema político que les negaba su mayoría de edad. El periodo conocido como Revolución Mexicana inicia con el levantamiento armado del 20 de noviembre de 1910 y cierra con la promulgación de la Constitución de 1917 (Otros consideran que termina el 21 de mayo de 1920 con el asesinato de Venustiano Carranza en Tlaxcalantongo). Después vendría el llamado periodo de la Postrevolución que se sitúa entre 1920 y 1940. Sobre estos dos grandes momentos descansa una de las narrativas más potentes y originales que se hayan escrito a lo largo del siglo XX, aunque la tradición literaria se prolongaría hasta la década de los cincuenta. La primera de las novelas que aparece dentro de esta tradición, tan bien estudiada por don Antonio Castro Leal, es "Los de abajo", obra paradigmática donde se muestran con bastante claridad los perfiles de los revolucionarios que apostaron su vida entera a un movimiento que les ofrecía la esperanza de ser alguien, de conquistar su yo. Es en esta novela donde se realiza la primera disección del movimiento armado en todas sus contradicciones, anhelos, engaños y frustraciones. Su prosa revela el cuidado y la precisión propia de un médico como Mariano Azuela, que aspiraba no a mostrar un retrato costumbrista de época, sino a revelar las dolorosas y valientes batallas de individuos dispuestos a ganar un sitio en la historia y que en la batalla "caían como espigas cortadas por la hoz." Todo el peso de la novela se sostiene sobre un personaje llamado Demetrio Macías, alrededor del cual se desarrollan las historias de la Codorniz, el Manteca, de Luis Cervantes (El famosos curro, síntesis bien lograda del oportunista cínico que sabe jugar con los sentimientos ajenos para bien propio), de la Pintada, del güero Margarito, de Camila y del Meco, entre muchos otros. La mayor virtud de esta novela, publicada en 1916, es su renuencia a la afectación del lenguaje; don Mariano Azuela, médico castrense de las tropas de Julián Medina y poseedor de un extraordinario oído, supo recuperar toda la riqueza verbal del pueblo. Un pueblo que se comunicaba a través no de una escritura articulada sino de una oralidad funcional donde se expresaban todos los registros emocionales del pueblo lleno de mitos, aspiraciones, leyendas, costumbres y hábitos compartidos que recreaban el sentido de pertenencia a la comunidad. Ésta es la primera novela donde aparece el fulgor invencible de la famosa División del Norte y el caudillo duranguense, Francisco Villa. En 1931 una coincidencia hace posible que dos obras aparezcan en el ámbito editorial. En las dos, el personaje omnisciente es, una vez más, el general Francisco Villa, figura emblemática, poseedor de un enorme atractivo literario dado su poder seductor como el héroe caído por las intrigas palaciegas del poder. "Vámonos con Pancho Villa" de Rafael F. Muñoz y "Cartucho" de Nellie Campobello, recuperan con una prosa limpia de retórica y artificios verbales, momentos estelares de la revolución desde una perspectiva humana donde la batalla ocurre primero en el corazón de los hombres que saben que han ingresado a la historia. Las dos son novelas sobre personajes y acontecimientos reales, pero escritas con una prosa firme, segura, en la que nunca existe una invitación al sentimentalismo lacrimoso ni a la visión idílica de la guerra. 





VANGUARDIA EN EL ARTE


FAUVISMO: 
El Fauvismo fue un movimiento pictórico nacido en París y de escasa duración (de 1905 a 1908). Los fauvistas formaban un grupo heterogéneo integrado por Matisse, el líder del movimiento, junto a Derain, Vlaminck, Marquet y Dufy entre otros. El crítico Louis Vauxcelles les dio la despectiva denominación de fauves(fieras) cuando expusieron juntos en el Salón de Otoño de 1905.

Los pintores fauvistas tenían como objetivo «simplemente transponer sus sentimientos en forma de color», en palabras de Matisse. Aunque mantenían su individualismo, usaban un lenguaje común. Sus alegres cuadros se caracterizaban por un colorido brillante, violento y arbitrario para expresar sentimientos y producir sensaciones placenteras, por influencia de Van Gogh y Gauguin. Los colores fuertes y puros, sin matices, aplicados en toques gruesos, les servían para construir el espacio, sin apenas perspectiva. Las composiciones eran decorativas y las figuras resultaban planas, contorneadas por líneas gruesas. Sus temas preferidos eran bodegones, interiores, paisajes y retratos que pintaban de forma amable y bella ya que pretendían dar alegría y placer al espectador con sus lienzos plenos de color.


FUTURISMO:


El futurismo fue el movimiento inicial de las corrientes de vanguardia artística, fundado en Italia por Filippo Tommaso Marinetti, quien redactó el Manifeste du Futurisme, publicado el 24 de febrero de 1909, en el diario Le Figaro de París.


El futurismo surgió en Milán, Italia, impulsado por Filippo Tommaso Marinetti. Este movimiento buscaba romper con la tradición, el pasado y los signos convencionales de la historia del arte. Consideraba como elementos principales a la poesía, el valor, la audacia y la revolución, ya que se pregonaba el movimiento agresivo, el insomnio febril, el paso gimnástico, el salto peligroso y la bofetada irreverente. Tenía como postulados: la exaltación de lo sensual, lo nacional y guerrero, la adoración de la máquina, el retrato de la realidad en movimiento, lo objetivo de lo literario y la disposición especial de lo escrito, con el fin de darle una expresión plástica.
Rechazaba la estética tradicional e intentó ensalzar la vida contemporánea, basándose en sus dos temas dominantes: la máquina y el movimiento. Se recurría, de este modo, a cualquier medio expresivo (artes plásticas, arquitectura, urbanismo, publicidad, moda, cine, música, poesía) capaz de crear un verdadero arte de acción, con el propósito de rejuvenecer y construir de nuevo la faz del mundo. El poeta italiano Filippo Tommaso Marinetti recopiló y publicó los principios del futurismo en el manifiesto de 1909. Al año siguiente los artistas italianos Giacomo BallaUmberto BoccioniCarlo CarràLuigi Russolo y Gino Severini firmaron el Manifiesto de los pintores futuristas.



EXPRESIONISMO:
El expresionismo fue un movimiento cultural surgido en Alemania a principios del siglo XX, que tuvo plasmación en un gran número de campos: artes plásticas,literaturamúsicacineteatrodanzafotografía, etc. Su primera manifestación fue en el terreno de la pintura, coincidiendo en el tiempo con la aparición delfovismo francés, hecho que convirtió a ambos movimientos artísticos en los primeros exponentes de las llamadas “vanguardias históricas”. Más que un estilo con características propias comunes fue un movimiento heterogéneo, una actitud y una forma de entender el arte que aglutinó a diversos artistas de tendencias muy diversas y diferente formación y nivel intelectual. Surgido como reacción al impresionismo, frente al naturalismo y el carácter positivista de este movimiento de finales del siglo XIX los expresionistas defendían un arte más personal e intuitivo, donde predominase la visión interior del artista la “expresión” frente a la plasmación de la realidad la “impresión”.


DADAÍSMO:



El dadaísmo es un movimiento cultural que surgió en 1916 en el Cabaret Voltaire en ZúrichSuiza. Fue propuesto por Hugo Ball, escritor de los primeros textos dadá; posteriormente, se unió Tristan Tzara que llegaría a ser el emblema del dadaísmo. Una característica fundamental del dadaísmo es la oposición al concepto de razón instaurado por el Positivismo. Dadá se caracterizó por rebelarse en contra de las convenciones literarias y artísticas y, especialmente, por burlarse del artista burgués y de su arte.
Para los miembros de Dadá, el dadaísmo era un modus vivendi que hacían presente al otro a través los gestos y actos Dadá: acciones que pretendían provocar a través de la expresión de la negación dadaísta. Al cuestionar y retar el canon literario y artístico, Dadá crea una especie de antiarte, es una provocación abierta al orden establecido.
A pesar de no ser una parte extensamente conocida de la obra de Dadá, la influencia del dadaísmo se extiende a la música.

SURREALISMO:
El surrealismo es un movimiento amplio, que inspira una nueva sensibilidad. Sus fines son provocar la expresión libre de aquello que considera lo más interno en el hombre; su inconsciente y su imaginación. Breton firma el primer manifiesto surrealista en 1924 y a través de su lectura se encuentran las bases de este movimiento: Creo en el encuentro futuro de estos dos estados, en apariencia contradictorios, como son el sueño y la realidad en una especie de realidad absoluta, de surrealidad. El surrealismo expresa el funcionamiento real del pensamiento, sin control de la razón, libremente frente a preocupaciones estéticas o morales. Existe un punto en el espíritu a partir del cual la vida y la muerte, lo real y lo imaginario, lo pasado y lo futura, dejan de percibirse contradictoriamente.



LITERATURA HISPANOAMERICANA





En la Literatura Hispanoamericana tratamos con el habla de los países americanos donde sus residentes practican el idioma español. Tenemos dos países excepcionales: el Paraguay donde junto con el español se reconoce un idioma verdaderamente americano, el guaraní, como lengua oficial. El otro caso es los Estados Unidos de América. A pesar de ser el inglés la lengua oficial, residen en él más hablantes de la lengua española que en la mayoría de las otras naciones y también es donde muchos de los más notables escritores de América Hispana en algún momento de su vida han radicado.
La Literatura Hispanoamericana tiene sus comienzos con la llegada de las tres carabelas de Colón. Cierto que en el Nuevo Mundo existían civilizaciones con culturas propias bien definidas. Desafortunadamente la mayoría de éstas fueron erradicadas. Aunque algunas han logrado sobrevivir, con las que trataremos en la literatura americana. Y todas, de una forma u otra, han influenciado las literaturas de nuestra América Hispana.
Común entre estas literaturas hispanas en América son sus comienzos en las crónicas de los conquistadores y los catecismos de los evangelizadores. Avanzan a un período de transformación, afectado por la influencia española, donde la conciencia criolla se desarrolla en identidad nacional. Y de ahí en adelante es donde se ponen interesantes. Volverán a ocurrir transformaciones, de reflexión cultural, pero cada una de ellas, con cierta influencia de sus vecinos, toma su propio camino. Se vuelven a consolidar en el Modernismo, para sólo después retornar de nuevo a sus rumbos ya trazados.

ROMANTICISMO

El Romanticismo es un movimiento revolucionario en todos los ámbitos vitales que, en las artes, rompe con los esquemas establecidos en el Neoclasicismo, defendiendo la fantasía, la imaginación y las fuerzas irracionales del espíritu. El Neoclasicismo aún perdura en algunos autores, pero muchos, que se iniciaron en la postura neoclasicista, se convirtieron ávidamente al Romanticismo, como el Duque de Rivas o José de Espronceda. Otros, sin embargo, fueron desde sus inicios románticos convencidos.
En España, el romanticismo es considerado complejo y confuso, con grandes contradicciones que comprenden desde la rebeldía y las ideas revolucionarias hasta el retorno a la tradición católico-monárquica. Respecto a la libertad política, algunos la entendieron como una mera restauración de los valores ideológicos, patrióticos y religiosos que habían deseado suprimir los racionalistas del siglo XVIII. Exaltan, pues, el Cristianismo, el Trono y la Patria, como máximos valores. En esta vertiente deRomanticismo tradicional se incluyen Walter Scott, en InglaterraChateaubriand en Francia, y el Duque de Rivas y José Zorrilla en España. Se basa en la ideología de la Restauración, que se origina tras la caída de Napoleón Bonaparte, y defiende los valores tradicionales representados por la Iglesia y el Estado. Por otro lado, otros románticos, como ciudadanos libres, combaten todo orden establecido, en religión, arte y política. Reclaman los derechos del individuo frente a la sociedad y a las leyes. Ellos representan el Romanticismo revolucionario o Romanticismo liberal y sus representantes más destacados son Lord Byron, en InglaterraVictor Hugo, en Francia y José de Espronceda, en España. Se apoya en tres pilares: la búsqueda y la justificación del conocimiento irracional que la razón negaba, la dialécticahegeliana y el historicismo.


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